2006-10-04

Durmiendo con el enemigo

Hola, en Fano es miércoles 4 de octubre, y son las 9 y media de la noche de un día verdaderamente agitado que comenzó anoche, con la llegada y recepción de Martín y Santiago, que volveieron a tomar posesión de su casa. Así que mi miércoles comenzó durmiendo en el living, trasnochadísima.

A las 7am-anecí (aunque no logré despertarme hasta varias horas más tarde. Desayuno, preparar el almuerzo y marchar a la vendimia. Para variar, llegamos tarde (sólo 5 minutos vez!). No logramos nunca llegar a las 8am...Y descubrimos que no llegan a las 8, sino que a esa hora comienzan a cortar uvas, así que están llegando más temprano, cargando todo cuesta arriba, para comenzar a deshojar viñas en horario. Me paga, no me paga, me paga, no me paga... como margaritas del yugo obrero.

Gracias a un poco de humo matinal mis primeras horas de la jornada fueron bastante más cool que las anteriores. La mañana es bastante terrible, por la sensación de que faltan todavía tantas horas para terminar...

El laburo es monótono. Cortar las uvas, tirarlas en un balde, y -cuando se llena el balde- pasarlo a quien lo vacía en el contenedor, enganchado al tractor. Después, te devuelven el balde vacío, y volver a empezar. Así, filas y filas y filas de viñedos.

Lo peor son las arañas, con las patas más largas que he visto! Y abejas a montones, que con el olor a uva y pegajoseo de jugo y tierra, nos confunden facilmente con su postre favorito. Y el sol en el cuello!!! Y las canaletas que hace la lluvia en el barro, obligándonos a trabajar en un terreno ideal para el esguince de tobillo. Primero pensé que un esguince en esas condiciones significaría una notable renta a costa de la ART, pero parece que eso funciona para los contratos de 3 meses o más. Si no, te pagan el día y andate a tu casa con una venda elástica, un poco de hielo, 2 aspirinas, agua y ajo.

[Paréntesis sobre la situación laboral en Italia: la flexibilización alcanzó como un virus el Viejo Continente, y los contratos por tiempo determinado -y breve, en general-, son la regla. El 95% de las empresas italianas no tiene, en promedio, más de 9 empleados estables. El resto, a contrato! Y ni hablar de las AFJPs, ARTs y toda esa sarta de siglas que provocan terror en los bolsillos de la clase media expulsada del paraíso... Ah, la Italia... Es como estar en casa, también para estas cosas. En otro post, que vengo rumiando desde hace días, haré un breve balance de similitudes y diferencias entre la República y la Repubblica, y la desaparición de la res pública: algún cretino se afanó la vaca, y nos pasaron la cuenta del asado...]

A las 12 cortamos para almorzar, hasta las 13:30. Después del almuerzo caímos en un sueño profundo y siestero del que nos despertamos 13:40, llegamos a la viña 10 minutos más tarde, y -obviamente- nos cagaron a pedos.

A lo lejos se veían negras nubes de tormenta y yo había comenzado, ya desde temprano, a invocar a los dioses traedores de lluvia, para volvernos a casa, ya que con lluvia no se trabaja. Cerca de las 15 finalmente, comenzó a llover. Una lluvia torrencial y helada (y nosotros en musculosa y con el cuerpo caliente, brrrrr.....) y corrimos a los autos. Y empezamos el mantra de "volvamos a casa, volvamos a casa, volvamos a casa"... Diantres! La lluvia duró lo que una tormenta de verano y a los 15 minutos brillaba el sol, y nos llamaban a recomenzar el laburo, con el barro y mosquitos adicionados. Para peor, hoy hubo 2 vendimiadoras menos, la patrona y otra señora, que estaban cocinando para no sé qué evento nocturno. Asi que el mismo laburo se hacía aún más pesado. Y faltaban horas para terminar...

A esa altura ya había decidido renunciar. Cuando terminó la jornada avisé que había encontrado un nuevo trabajo y que no volvería.

Un par de horas más tarde tuve una reunión con la amiga de mi nuevo amigo. Una chica encantadora. Mañana me llama para confirmarme todo, por ahi el viernes tengo una reunión con los supercapos y si todo sale bien, el lunes comienzo a laburar, ocho horas (más una de almuerzo (semi)pago por la empresa en el bar de enfrente) por unos 900€ al mes. La empresa en cuestión es una subcontratista italiana para el papeleo y demás, de una contratista inglesa, para la construcción y reconstrucción de plantas petroleras en Irak. Durmiendo con el enemigo...

Y hablando de dormir, ya son más de las 3 de la mañana del jueves 5!!! A la cucha!

Besos,
Pao

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como creo que ya te dije alguna vez, casas mas, casas menos, igualito que mi santiago, o te crees que nacimos de gajo.
Un beso y nos vemos.
Eddy.

Anónimo dijo...

hola flaca

excelentes crónicas! las sigo con mucho apetito!

toda la MIERDA del mundo para tu nuevo laburo, con menos arañas